sábado, 15 de octubre de 2011

Pasaje hacia lo infinito

Cierro mis ojos, todo a vuelto a la normalidad. Las paredes
han vuelto a ser blancas, la brisa entra por la ventana.
Vuelvo a ser sincera, vuelvo a decir lo que siento, ya no me
absorbe la doblez con sus sonrisas plásticas. Amuño y tiro
al tacho de la basura sus golpes beatos.

Vuelvo a la naciente dicha, de acostarme con la duda,
beber de las pruebas fehacientes, tener el placer de ver con
mis propios ojos.

Quizás a mil metros sobre el cielo no sufrirás, quizás todo
sea soleado, no así se asegura ser feliz. Dicen que existen dos
opciones, ¿cual de las dos tomarías, si una es desaparecer?.

Y en su tiempo justo, el amor se vuelve suplica, el amor se
vuelve un grito desgarrador que dice ¡salvame!, termina
siendo no más que una palmada en la espalda.

Las lágrimas derramadas, serán solo gotas echas de sal,
echas de compuestos de vida. Vida arrojada al mar, por la
elección errónea, pero libre elección al fin y al cabo.

Elegiste tomar un pasaje hacia lo infinito, un pasaje sin vuelta
a atrás.

Y solo existe un camino, solo un camino.

viernes, 7 de octubre de 2011

Ella (mi favorita de Vicente Huidobro)


Ella daba dos pasos hacia adelante
Daba dos pasos hacia atrás
  El primer paso decía buenos días señor
El segundo paso decía buenos días señora
Y los otros decían cómo está la familia
  Hoy es un día hermoso como una paloma en el cielo
Ella llevaba una camisa ardiente
Ella tenía ojos de adormecedora de mares
  Ella había escondido un sueño en un armario oscuro
Ella había encontrado un muerto en medio de su cabeza
Cuando ella llegaba dejaba una parte más hermosa muy lejos
Cuando ella se iba algo se formaba en el horizonte para esperarla
Sus miradas estaban heridas y sangraban sobre la colina
Tenía los senos abiertos y cantaba las tinieblas de su edad
Era hermosa como un cielo bajo una paloma
Tenía una boca de acero
Y una bandera mortal dibujada entre los labios
Reía como el mar que siente carbones en su vientre
Como el mar cuando la luna se mira ahogarse
Como el mar que ha mordido todas las playas
El mar que desborda y cae en el vacío en los tiempos
de abundancia
Cuando las estrellas arrullan sobre nuestras cabezas
Antes que el viento norte abra sus ojos
Era hermosa en sus horizontes de huesos
Con su camisa ardiente y sus miradas de árbol fatigado
Como el cielo a caballo sobre las palomas.